Las hermanas Marcy y Millie Biggs nacieron juntas. Eran iguales, todos los rasgos
faciales eran similares.
Pero con el tiempo, uno de los niños comenzó a cambiar: el color de su cabello y
su piel se oscurecieron, sus ojos cambiaron. Y el segundo niño siguió siendo una
rubia de piel clara.
Desde el exterior, parece que estas son chicas completamente no nativas. Pero en
realidad la respuesta es simple: nacieron de madres y padres de diferentes
nacionalidades. La madre de los niños, Amanda, es inglesa y Michael, el padre,
es jamaiquino.
Cuando se juntaron, los de alrededor estaban en contra de su sindicato. Pero aun
así permanecieron juntos. Luego hubo una boda y nacieron gemelos. Los padres
bromean diciendo que una de las niñas es como papá y la otra es como mamá.
Su familia saltó a la fama gracias a una foto de un periodista. La foto de las
chicas estaba en la portada de la revista y un pequeño artículo en ella.
Ahora las niñas han crecido, van a la escuela, se hacen amigas de sus compañeros.
Es curioso que, a pesar de su diversidad externa, tengan intereses muy similares.
E incluso los atuendos que eligen suelen ser los mismos.
Pero las chicas tienen un carácter completamente diferente: la rubia Marcy es muy
traviesa, Millie, por el contrario, es muy tranquila.
Los genetistas consideran que estos casos son una rareza única, pero aún es posible
en la naturaleza.