En 2006, Golamreza Ardeshiri comenzó a sufrir una extraña condición que lo obligó
a cambiar radicalmente su dieta.
El iraní comenzó a sentir como si un cabello se le hubiera quedado atorado en la
boca, tan largo que le llegaba al estómago.
Las extrañas sensaciones causaron tanto dolor al hombre que no podía comer.
Golamreza consultó a muchos médicos, pero ninguno pudo diagnosticar el problema,
afirmando que no había pelos en la boca del paciente.
Ni siquiera el psiquiatra, a quien recurrió nuestro héroe, pudo ayudarlo a
deshacerse de este cabello imaginario.
Golamreza recuerda que el alivio llegó de repente cuando bebió un vaso de gaseosa
dulce. El cabello maldito ha dejado de sentirse.
Entonces el hombre llegó a una conclusión importante para sí mismo y abandonó por
completo la comida, cambiando al consumo de bebidas carbonatadas dulces.
Ha seguido esta dieta durante 17 años y dice que le dan náuseas solo de pensar en
la comida, mientras que la bebida gaseosa le ayuda a no sentir prácticamente hambre.
Golamreza agregó que perdió 32 kilos gracias a la gaseosa y se volvió tan enérgico
que solo podía dormir cuatro horas al día, leyendo libros por la noche y jugando
rompecabezas.
Sin embargo, el hombre de 58 años sospecha que su dieta no puede considerarse tan
saludable. Por lo tanto, se somete a controles médicos regulares y los médicos solo
se sorprenden: a pesar de beber litros de bebidas dulces todos los días, el hombre
está sano y se siente muy bien.